MultiDiálogos
LA
ALFARERIA
(páginas 131 - 134)
Pepita
Turina
PTurina.—LA
ALFARERIA es una antiquísima tradición artesana, es
un arte ligado al contorno cotidiano y cumple su función
en la vida hogareña. Más mujeres que hombres trabajan
la alfarería. Cada día se alejan más los hombres de
ella. Da poco dinero y amarra a la casa —dicen.
EugenioBrito.—Requerida
una de estas artesanas del por qué sus hijos varones
no ayudaban en las faenan ceramísticas de las mujeres,
siendo que ellas se quejaban de no poder dar abasto
a toda la demanda, contestó de que esas faenas no
eran bien vistas en los hombres, por ser trabajo sólo
de mujeres.
PTurina.—Las
manos, el barro y el laboratorio final del horno es
la síntesis estética y significativa en la vida de
la mujer. Su modelado y su paso por el fuego es una
aventura diaria para las mujeres sin aventura.
OrestePlath.—Las
mujeres de Chiloé son eximias alfareras, de una alfarería
casera. En el desierto nortino también hubo alfareras.
La monocroma alfarería negra de Quinchamalí, la roja
greda de Pomaire, la trabajan con ahínco las mujeres.
PTurina.—Desde
niñas ayudan a sus mayores.
IsabelAretz.—El
barro se trabaja en todo Venezuela; generalmente son
las mujeres las que trabajan la alfarería.
PTurina.—Arte
y artesanía a la vez es la elaboración de cada objeto
de alfarería, ya que es una posibilidad de expresión.
La manipulación de la greda en los objetos cerámicos
más pequeños, pequeñísimos, es un trabajo prolijo
de manos de la mujer miniaturista, adoradora del milímetro
que en el trabajo final del horno ve la estabilidad,
la duración de lo quebradizo, que el fuego
da a sus pinzas predilectas.
MaríaBichón.—Mates,
sahumerios en forma de paloma, teteras del tipo llamado
pichel, braseritos con su tetera, un tipo de tazas
muy decoradas con flores en relieve, eran las piezas
que las monjas clarisas entregaban en su terracota
pintada.
PTurina.—Las
religiosas de clausura, las religiosas reclusas, con
su cerámica policromada y perfumada, de penetrante
perfume persistente, cuya receta es un misterio, hicieron
tan perfectos esos trabajos que, así como a los deliciosos
bocados de dulce, o todo trabajo prolijo o deleitable
se le decía: “hecho por manos de monja”.
MaríaBichón.—Seglares
continuaron el arte de las monjas. Una antigua empleada
del Monasterio de Clarisas, que salió al mundo por
matrimonio y ya viuda se dedicó a hacer cerámica,
le dio un toque más mundano.
PTurina.—Los
ramos, las palomas, las guirnaldas con “escarcha”,
o sea hilos de plata, los temas conventuales tomaron
la calle, mostrando vendedores populares en sus diversas
ofertas.
MaríaBichón.—Después,
Sara Gutiérrez, hizo no precisamente la cerámica de
las monjas, pero sí se encuentran todas esas reminiscencias
en la confección de sus piezas hoy día museales. Qué
hacía Sara Gutiérrez: fondas con parejas que bailan
cueca donde alternan huasos y mineros, con el correspondiente
acompañamiento de tocadoras de arpa, guitarra y animadores.
Obras suyas son vendedores de a pie y a caballo, el
tortillero, el pequenero, el del mote con huesillos,
el heladero con el bote en la cabeza, el de pescados
y mariscos. Y alternaba la confección de estas piezas
con las clásicas miniaturas: floreros, braseros con
teteras para el mate, rnuñequitas vestidas con trajes
y capotas a la moda de la época, niños que juegan
al aro y al trompo, en suma, todo el ambiente nacional
chileno con sus notas más típicas, desde la religiosa
hasta la popular.
PTurina.—La
superstición asigna a los majos espíritus ciertos
sucederes en la elaboración de la cerámica.
EugenioBrito.—Cuando
la alfarera está en pleno trabajo dice que está “loceando”,
ya que entre ellas se definen como “loceras”. Para
bruñir dicen que no hay que hacerlo en la hora de
la siesta, por ser ésta muy “engañosa”, lo mejor es
hacerlo en la mañana. Se abstienen de elaborar piezas
grandes durante el invierno porque el agrietamiento
y destrucción lo atribuyen a designios misteriosos.
Se le rompen por razones físicas fáciles de explicar,
o por la manera de cocer las piezas, por sur grados
de calor, por los cambios térmicos acentuados en el
invierno.
PTurina.—Pero
todo eso no sirve para el simple razonamiento de las
explicaciones sencillas, alejadas de las indagaciones
de las causas.
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