MultiDiálogos
DIOS
(páginas 76 - 82)
Pepita
Turina
PTurina.—DIOS
es el impulso de Todo lo que ha sido hecho de la Nada.
Es el principio ordenador de lo que existe. Es el
movimiento impelente que hace mover. Creador Todopoderoso
es LA GRAN INCOGNITA que ha formado y dirige el Universo.
AlbertEinstein.—La
luz es la sombra de Dios sobre la tierra.
PTurina.—Todo
lo inconcebible lo ha concebido Dios.
Novalis.—Todo
lo que llamamos casualidad procede de Dios
PTurina.—Esa
fuerza inconmensurable de promover es Dios.
OttoJespersen.—La
transformación es algo que podemos. comprender, mientras
que el entendimiento humano jamás puede comprender
una creación de la nada.
PTurina.—Dios
atrae hasta a los que quieren negarlo. Se le rinde
testimonio dándole nombres diferentes. Es indestructible.
Su existencia no depende de nuestras posibles demostraciones
o negaciones.
CarlosVicuñaFuentes.—Estamos
ciertos de que todo depende de todo. Ni la materia
que creemos inerte, ni la energía activa, que parece
ser una forma de esa misma materia, se pierden en
el universo: se suman, se restan, se degradan, y están
eternamente produciendo, por choques ya grandes, ya
infinitesimales, nuevos y nuevos fenómenos, nuevos
y nuevos cambios, que escapan no sólo a la mente del
hombre, sino a sus más finos y perfeccionados instrumentos
artificiales de investigación.
PTurina.—Dios
es lo natural. No pensemos en Dios como en un ser.
No pensemos en Dios como en un rostro. No tiene rostro.
No puede ser visto. Si cupiera en los vocablos de
nuestro lenguaje, ya no sería Dios.
WernerVonBraun.—La
ciencia ha descubierto que nada desaparece sin dejar
rastro. La naturaleza no conoce la extinción. Lo único
que conoce es la transformación.
PTurina.—Dios
es lo ilimitado.
CarlosVicuñaFuentes.—Y
si de los espacios siderales bajamos a la tierra para
mirar de cerca los innumerables microcosmos que somos
nosotros mismos y los fabulosos seres vivos y muertos
que nos rodean, nos daremos cuenta del radio limitadísimo
de nuestra ambiciosa inteligencia.
PTurina.—Hacedor
de todas las cosas, de las que vemos y que no vemos,
Dios es la habilidad de la estructura de éste mundo
y de otros, de los billones de estrellas, de los
sonidos ultrasónicos, del sol que madura un grano
de uva y que hace vivir y crecer inmensidades, del
ala de la mosca, de la forma del álamo, de la belleza
de la gacela, de la fealdad del hipopótamo; de las
alas, de los pies, del cerebro, de la sal del
mar, del oxígeno del aire, de la vida, de la muerte,
de lo que no percibirnos, de lo que no sospechamos.
Dios se encuentra en los planetas habitados, deshabitados
o inhabitables, fugitivos, inalcanzables, que se desplazan
entre la física y las matemáticas de un tiempo sin
tiempo.
ArturoAlcayagaVicuña.—Habremos
de comprender que los ocasos son los ojos de Dios
que fijamente nos miran desde el jamás. El es la sombra
de la voz, la cieladumbre de los relámpagos.
PTurina.—De
repente estalla una estrella, un planeta explota,
se incendia, se deshace. La tierra tiembla, levanta
mares, cambia geografías. ¿Son “errores” de Dios?
Pareciera también que es un error el exceso
de vida: los insectos, sus millones de huevos, y su
voracidad para comer; los virus productores de enfermedades,
las malezas en los campos. Todo eso que es como un
castigo. A cada cosa creada la acecha un peligro.
JohnFowles.—Dios
no interviene. Nos deja que suframos. Si uno ora es
posible que obtenga alivio porque ora. Pero Dios no
puede oír. En él no hay nada humano como por ejemplo,
oír, ver, compadecer, ayudar. Quiero decir que tal
vez Dios haya creado el mundo y las leyes fundamentales
de la materia y la evolución. Pero no es posible que
los individuos le importen. Ha planeado el mundo de
manera que algunos sean felices, otros tristes, otros
infortunados. Quién es desgraciado y quién no lo es.
El no lo sabe y no le importa. Por lo tanto, no existe
en realidad.
PTurina.—Dios
distorsiona. Junto con las alegrías de sus creaturas,
están los destinos aciagos, están todos los resultados
de los cuales no tenemos la culpa.
JohnFowles.—Es
tan remoto y es tan frío, tan matemático. Tenemos
que vivir como si no hubiera Dios. Orar, adorar y
cantar himnos religiosos es una tontería completamente
inútil. De nada sirve confiar vaga y ciegamente en
la suerte, en la Providencia o en que Dios se muestre
bueno con nosotros. No: lo que hay que hacer es pelear,
luchar con toda la dureza que sea necesaria, en nuestra
defensa. El cielo está completamente y absolutamente
vacío. Es hermosamente puro y vacío. ¡Como si los
arquitectos y los maestros constructores fueran a
vivir en todas las casas que construyen! O pudieran
vivir en todas ellas. Tiene que haber un Dios, poro
no puede saber cosa alguna de nosotros.
PTurina.—Buscamos
a Dios en las religiones solamente y El se yergue
con su omnipresencia en la entraña de la creación.
Somos habitantes del misterio.
DagHammarshjöld.—Dios
no muere el día en que ya no creemos en una
divinidad personal, pero sí morimos nosotros el día
en que la vida ya no nos parece iluminada por el resplandor
del milagro que significa el continuó reflejo procedente
de las fuentes que están más allá de toda razón.
PTurina.—No
es un Dios p e r so n a l, como quisiéramos que lo
fuera. Lo h a ce m o s personal: oramos, pedimos,
buscamos protección y hasta venganza para dominar
a aquellos contra quienes nos sentimos débiles. Sálvanos,
Dios, de esta enfermedad, l í b r a n o s de esta
tribulación, p r o t e g e nuestra patria, suplicamos.
"Dios sabrá por qué se lo llevó” —se dice cuando
alguien muere. “Dios sabrá por qué no se lo llevó”
—cuando alguien sufre y no muere. “Dios lo quiso”
‘Dios no lo quiso”, es la reflexión de impotencia
que mucho se oye.
Aristóteles.—Dios
es el Ser que mueve sin ser movido; el Ser que reposa
en sí mismo.
PTurina.—Cuando
los hombres sienten que Dios se les escapa y se encuentran
abandonados por él, en rebeldía quisieran abandonarlo.
¿Se puede acaso? Dios es tan inmenso que nos persigue.
Su omnisciencia nos envuelve, aunque suframos todas
las tentaciones de dejarlo. Dios tampoco nos pide
participación. Ni siquiera nos prohibe superar nuestras
limitaciones. Nuestras ideas son humanas y no divinas.
El dominio del hombre es efímero, pequeñísimo en comparación
con las dimensiones del Universo, de su mismo planeta
y el desconocimiento que tiene de él. Con todo lo
que, ha llegado a conocer está atrasado, enormemente
a-tra-sa-do. Entre lo imprevisto y lo asombroso las
fuerzas de la naturaleza lo vencen. Y aun parece que
se vengaran cuando su intromisión es excesiva.
JamesMcDivitt.—No
vi a Dios asomarse por la ventanilla de nuestra cápsula
espacial, como, estando en tierra, tampoco lo veo
mirándome por el parabrisas del automóvil. Pero sí
pude reconocer su obra en las estrellas, como la reconozco
al pasar entre las flores de un jardín. Si uno puede
estar con Dios en la Tierra, también puede estar con
él en el espacio.
PTurina.—Buscamos
a Dios cuando estamos angustiados y no cuando estamos
alegres. Y poco lo alabamos en la dicha de estar incluidos
en el prodigio del Universo.
JorgeLuisBorges.—Dios
como principio ético, sí. Pero, no como alguien que
va a condenarme al cielo, mejor dicho premiar en
el paraíso o condenar al infierno, por aquello que
yo haga en estos breves años. EL Dios como lo conciben
los cristianos es imposible; no, no digamos imposible,
porque nada es imposible: improbable.
PTurina.—Hacemos,
al parecer, muchas cosas sin Dios. Pero,
estamos sumergidos en las matemáticas y en la física
universal y nos desplazamos donde nos corresponde.
LouisPauwels.—Si
Dios supera a toda la realidad, encontraremos a Dios
cuando conozcamos toda la realidad. Y si el hombre
tiene facultades para comprender el Universo, Dios
es tal vez todo el Universo y algo más.
PTurina.—Aprendemos
cada día más para ayudarnos. MODIFICAMOS, no CREAMOS.
El Universo da la base perfecta. El hombre descubre
y utiliza. El Creador, el Hacedor Supremo es Dios.
El hombre es incapaz de crear la vida, de evitar la
muerte. Esa es tarea de Dios. Entre las tareas del
hombre está la de dar nombre a las cosas que
va descubriendo. Es MODIFICADOR y DENOMINADOR.. Es
un ser inteligente derrotado, un conquistador derrotado.
La supervivencia de un virus lo derrota. Dios sólo
nos deja la inteligencia de las interrogaciones.
GabrielaMistral.—¿Cómo
quedan, Señor, durmiendo los suicidas? ¿No hay un
rayo de sol que los alcance un día? ¿No hay agua que
los lave de sus estigmas rojos? ¿Para ellos solamente
queda tu extraña fría, sordo tu oído y apretados los
ojos?.
PTurina.—Los
poderes del conocimiento plantean las interrogaciones,
la duda, la inquietud que pide respuesta, que la espera,
sabiendo al mismo tiempo que lo más grande, lo más
inmenso tiene por respuesta el silencio
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