Ensayos

Pepita Turina

 

SOMBRAS Y ENTRESOMBRAS DE LA POESÍA CHILENA
Editorial. Barlovento, Santiago de Chile 1952, pp. 74.

 

La angustia metafísica de ANTONIO DE UNDURRAGA

          Y ahora, el tercer poeta: ANTONIO DE UNDURRAGA.

          Estudié las publicaciones de Antonio de Undurraga en la Biblioteca Nacional de Santiago.

          Allí, como en todas las Bibliotecas Públicas, se encuentran en los márgenes de algunos libros, ciertas anotaciones de lectores.

          El que anotó en los libros de Undurraga "La Siesta de los Peces" (1938) y "Zoo Subjetivo" (1947) tenía subrayado lo que le parecía demasiado fácil y vulgar, y lo que juzgaba difícil y disparatado.

          La letra era del mismo lector, con ambos juicios en ambos libros. Al lado de la 2ª estrofa del primer poema de “La Siesta de los Peces”, (un libro descriptivo, nada de difícil, solamente con algunos rápidos giros fuera de lo común), el lector aquel puso una simple interrogación despavorida ¿“Qué”...?

          En la primera estrofa del 2º poema del mismo libro, en el primer verso, la misma mano, —y por lo tanto la misma mente—, repitió idéntica interrogación. Y en la página antepenúltima se descubre, por una frase inserta, que estaba actuando de mal crítico por comparación a un poeta favorito. Estaba ahí la ineludible parcialidad de un lector anónimo, pero que se repite en cada individuo que juzga lo que sea.

          Lo que a mí me ha hecho elegir a Antonio de Undurraga es su angustia metafísica que usa símbolos telúricos, marítimos, zoológicos, floreales, y de otras diversas índoles para un decir altivo, entre frío e intelectualizado, que lo ha ido marcando como un luchador osado que hace, acoge y defiende la poesía actual.

          Cuando lanzó a la calle la magnífica audacia de la revista “Caballo de Fuego”, encontramos en ella los nombres que queríamos encontrar; los de aquellos que como Humberto Díaz Casanueva, Rosamel del Valle, Juvencio Valle, Chela Reyes, David Rosenman, han escrito los poemas atrevidos y hermosos de la poesía actual,

          Allí leímos por primera vez un conjunto de poemas de Antonio de Undurraga, que después se editó en separata bajo el título de “Zoo Subjetivo”.

          Este Zoo es también "Jardín Botánico". En él se encuentran descripciones metafóricas referentes al lirio como a la tortuga, a la espiga como al caracol.

          En el título de cada poema está la respuesta a toda posible duda. ¿De qué se trata? ¿Qué es lo que quiere decir?

          Los títulos dan la anticipada respuesta; son la claridad y el guía del contenido.

          Este libro podría tener acertadamente el subtítulo de "Letanía en Tiempo de Adivinanza".

          Sin los títulos (Epoca del Lirio del Valle — Letanía de la Golondrina — Tránsito de la Langosta—) ni los lectores más avezados descubrirían lo que el poeta quiso describir.

          ¿ Probemos?

"Crepúsculo en dos pliegos
Biombo para uso de corolas
Mapa de la luz
Mandil de celestes caballos
Flor sin motor
Velero angélico
Chispa de un peregrino arco iris
Naipe alucinado
Antifaz de la brisa
Llama condecorada
Mensajera de un ballet en siete colores
Vitró herido ea las- sonámbulas catedrales del aire.
Bisagra del arco iris
Luz petrificada
Corbata de ebrios arlequines
Cometa cortada por núbiles gnomos
Luminoso aviso en las sienes del jardín
Helicóptero de terciopelo
Voluble sello en el correo del viento
Trinitaria libertada de su claustro verde
Anima de tapices ya muertos
Flor fosforescente
Agil balanza en el peso de la luz.
Abanico seráfico
Chamanto que ambula en el fanal del día
Peineta en los blancos cabellos del viento
Mosaico ebrio
Estandarte en dos pétalos
Pensamiento en párpados de muselina
Infanta del arco iris
Condecoración en los andes dedos del aíre.
¡Volad. volad siempre porque sea luz en el hombre
la hermosura que habite en la vida breve!"

          Y ahora pregunto, como en el Juego de las Adivinanzas ¿Qué es?

          No; no es tan fácil adivinarlo, y sin embargo está muy bien. Es el “Memorándum de la Mariposa”.

          Igual que las adivinanzas, son fáciles después que se saben. Se reconoce entonces su exacta y despistadora descripción. Todos podemos recordar algunas como un embrujo de la niñez.

          En la “Letanía de la Golondrina”, al anticiparme a decir el título se puede ir viéndola, como si la delineara el más descriptivo y fácil de los poetas:

          *

"Cohete de plumas
Visitadora de climas

          *

Aguja magnética con norte al estío (Siempre anda buscando el verano).
Viuda en traje de medio luto
          
(Es blanca y negra).

          *

Novia del verano

          *

Viajera de incógnito por todos conocida

          *

Artista con buhardilla en las cinco continentes

          *

Inspiradora de rimas
Artista siempre en traje de frac

          *

Patinadora de olas
Patinadora de valles
Patinadora de rosas
Patinadora de estrellas".

 


1. Introducción - 2. La intelectualidad y la filosofía de Humberto Díaz Casanueva - 3. El sentido espiritual de Rosamel del Valle - 4. La angustia metafísica de Antonio de Undurraga - 5. La espontaneidad de Juvencio Valle - 6. La fantasía marina de Jacobo Danke - 7. La intuición de Chela Reyes - 8. La delicadeza y armonía de María Silva Ossa - Index

 



 

© Karen P. Müller Turina